domingo, 24 de julio de 2011

Gerardo Antón, 'Pinto', una vida de lucha por la justicia


Pinto durante el homenaje que AGE realizo a su compañero
José Murillo "comandante Ríos" en El Viso, el año 2001
DOLORES CABRA 16/07/2011

OBITUARIO: 'IN MEMORIAM'

Aunque haya fallecido el 8 de julio, Gerardo Antón Garrido, Pinto (Aceituna, Cáceres 1917), no se irá nunca de este mundo mientras en él exista la injusticia. Se lo llevó de la vida un infarto, pero eso es poco para rendir la voluntad de un guerrillero. A un guerrillero republicano y antifranquista como Pinto se le vence de otra manera o su memoria quedará viva para siempre: como no le mataron entonces, ahora ya es imposible borrarlo de la nómina de héroes que hicieron posible con su lucha sentar los cimientos de esta democracia.
El veterano maquis defendió toda su vida la causa republicana
Pinto era una persona que irradiaba nobleza y una cierta ingenuidad; a sus años aún creía que podría convencer a esta sociedad para que su cultura democrática tuviera mejores fundamentos.
Era testigo vivo de una historia común ya recogida en libros, artículos, entrevistas, congresos académicos y hasta novelas. De muchacho fue pastor. A la entrada de los militares golpistas en 1936 en su pueblo, intentó huir al monte, pero hubo de regresar y fue alistado a la fuerza en el ejército franquista. En 1944 consiguió unirse a la resistencia armada en la sierra, primero como enlace, luego coordinando enlaces y puntos de apoyo en un gran territorio extremeño, después como contacto con el centro guerrillero en Madrid y por fin, tras ser descubierto por la Guardia Civil, como guerrillero en activo. Fue miembro de la partida del célebre maquis Pedro José Marquino Monje, El Francés, de la 12ª división guerrillera de Cáceres.
Exiliado ya en Francia, tuvo la más dura experiencia para un guerrillero: la ocultación de su lucha en España. Hubo una época en la que incluso llegó a tener que vivir en la calle en París; salió adelante trabajando sobre todo en la construcción.
Al acabar la dictadura regresó a España. Envuelto en su bandera republicana, y sin dejar nunca su pertenencia al Partido Comunista, dedicó los siguientes treinta y seis años de su vida a la reivindicación de la memoria republicana y guerrillera junto a sus compañeros.
Ha sido uno de los más eficaces luchadores por la memoria, ha recorrido cientos de institutos de secundaria, casas de cultura, instituciones académicas, barrios populares, ciudades y regiones, hablando a todos de esa memoria republicana, de aquellos ideales rebeldes, de aquellas luchas a muerte por la democracia y las libertades.
Formó parte, hasta su fallecimiento, de la Junta Directiva de la Asociación Archivo de Guerra y Exilio, y participó en encuentros, trabajos, caravanas de la memoria junto a sus compañeros guerrilleros; a todas partes iba envuelto en la digna bandera de la República. No faltó a ninguna convocatoria, manifestación, acto público en el que pudiera hacer oír la voz de la dignidad de sus ideales.
Queda de él el vivo recuerdo de todos sus compañeros de entonces y de ahora, de todos los amigos que le apoyamos en sus iniciativas, que le agradecimos su generosidad en todas las causas nobles; quedan los libros de memorias, estudios académicos, novelas, un digno y pequeño monumento en Torrejón el Rubio (Cáceres), asaltado a los pocos días de su inauguración, documentales y su voz republicana, revolucionaria, siempre viva y potente, a pesar de la emoción que le embargaba especialmente cuando decía a los más jóvenes: "Siempre guerrilleros, nunca bandoleros"
Querido compañero Pinto, amigo y luchador entrañable y bueno, seguiremos luchando en tu nombre por el reconocimiento jurídico del ejército guerrillero antifranquista y por hacer posible el memorial que tanto te hubiera gustado ver.

Dolores Cabra es secretaria general del Archivo de Guerra y Exilio.

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