sábado, 31 de octubre de 2015

Fallece Luis Carlos García "Fisín"

Víctor Pina, miembro de la Junta Directiva de AGE, nos envía desde Cuba esta nota necrológica del Dr. Luis Carlos García Gutiérrez, más conocido como "Fisín", de origen cántabro por vía materna y muy vinculado por lazos de amistad a la familia de Cos, especialmente a Manuel y Jesús de Cos y anteriormente a su tío Emeterio de Cos, cónsul de España en Cuba en los años de la República española: 
 
Foto de Fisín tomada el día de su 95 cumpleaños
El Dr. Luis Carlos García Gutiérrez, Fisín, falleció este 22 de octubre, cuando le faltaban apenas unos días para cumplir 97 años. Había nacido en la barriada Habanera de Lawton, el 4 de noviembre de 1918. Su madre española (cántabra) y el padre puertorriqueño emigrado a España, ambos se conocieron y casaron en Cuba. De niño, Fisín trabajó duro en la huerta familiar, después de joven en otros empleos al tiempo que adelantaba en sus estudios hasta lograr graduarse en Estomatología, a los 23 años. Precisamente había optado por esa profesión para poder comenzar a ejercerla aun siendo estudiante y de ese modo poder costearse la carrera. Desde muy temprano tuvo inquietudes políticas y se vinculó a obreros revolucionarios y comunistas, inició su militancia comunista activa a los 15 años, y la mantuvo ininterrumpidamente a lo largo de su vida, durante años desde la más rigurosa clandestinidad.

Tuvo una afortunada trayectoria como profesional, que pudo ir mejorando progresivamente sus consultorios, dentro y fuera de La Habana, hasta lograr una distinguida clientela que incluía a numerosas personalidades del arte, y antes de ser clandestino se ocupaba también de atender pacientes en la Clínica que sostenía el Partido Comunista. Fue un permanente y audaz investigador que buscaba siempre lo más avanzado y presentaba sus estudios en eventos científicos dentro y fuera del país. Por ese camino y a partir de la acumulación de anteriores experiencias, en 1953 se aventuró, en caso que llegó a su consulta, a trasplantar un tercer molar embrionario a la cavidad del segundo, con excelentes resultados, hecho que fortuitamente fue publicado en una importante revista de Estados Unidos, y que al correr de los años le valió el reconocimiento científico por la primera manipulación documentada de células madres.

Como militante de base se destacó en las acciones de calle y campañas de recaudación de fondos y a favor de los candidatos comunistas a las elecciones, estuvo preso y fue locutor en los programas radiales del Partido. También practicó deportes. Después del asesinato del líder azucarero comunista Jesús Menéndez y el auge de la represión anticomunista, el Partido decidió aprovechar sus habilidades como dentista para incorporarlo a una muy secreta actividad clandestina que consistía en falsificar pasaportes y otros documentos así como enmascarar a compañeros perseguidos para que pudiesen viajar y preservar sus vidas.

Después del triunfo de la Revolución abandonó su próspera consulta privada y se incorporó a los órganos de la seguridad del Estado. Fue fundador del laboratorio de Antropología devenido Laboratorio Central de Criminalística, y más tarde también fundador y director del Carné de Identidad. Entre sus tareas y responsabilidades en el Ministerio del Interior (MinInt) estuvieron, entre otras, la organización de la técnica canina, la subdirección de la escuela de contrainteligencia y un trabajo en el exterior con rango diplomático destinado a asegurar suministros para la industria de componentes electrónicos. Alcanzó el grado de coronel y obtuvo las más importantes condecoraciones. Tras su jubilación, retornó a su profesión como dentista en el Centro de Investigaciones Médicas (Cimeq), trabajó en una clínica de implantes dentales en España y durante varios años fue jefe de la clínica estomatológica del Centro Internacional de Recuperación Neurológica (Ciren), hasta su jubilación definitiva. 

Siendo ya octogenario se decidió a escribir parte de sus memorias, que dejó recogidas en dos libros: La otra cara del combate, en el que relata junto a valiosos testimonios compilados por él mismo en entrevistas, cómo su experiencia clandestina en cambiar la apariencia y facilitar el movimiento de compañeros fue el antecedente para que lo llamaran a enmascarar al Che, durante su estancia en Tanzania luego de su experiencia guerrillera en el Congo y facilitar su traslado a Praga, de lo cual surgió una relación entre ambos que lo llevó a participar en el entrenamiento del destacamento guerrillero que se preparaba para acompañar al Che a Bolivia, y del que fue excluido en el último momento dada su edad, pero con la promesa del Che de que lo mandaría a buscar tan pronto tuviese una zona liberada, para el trabajo clandestino. De este libro pudo trabajar en una segunda edición corregida y aumentada.

Su otro texto testimonial fue “En torno al sillón, apuntes de vida y de batalla”, recoge parte sus experiencias en más de siete décadas de ejercicio profesional como estomatólogo, al mismo tiempo que pasajes de su vida revolucionaria, costumbrismo, cuentos de viaje y anécdotas simpáticas que muestran diferentes facetas de la vida de este destacado revolucionario, que pasados sus 95 años declaraba en una antológica entrevista para la Revista Bohemia: “No sé cómo me las voy a arreglar cuando llegue a viejo”. 

Su cadáver, fue cremado y en horas de la tarde se realizó la ceremonia de inhumación de sus cenizas, iniciada con una marcha solemne de los asistentes, hasta el panteón de los Veteranos en el cementerio de Colón, tras el vehículo de protocolo militar que transportaba la urna bajo la bandera cubana y antecedido por la exposición de todas sus condecoraciones y la banda de música; disparos de salva, toque de silencio, y una despedida del duelo en la que se hizo el recuento de su vida, méritos y distinciones recibidas, a cargo de otro coronel del Minint. Seguidamente se pasó al interior del panteón donde la urna fue finalmente depositada en un nicho, en el área de los combatientes de la Sierra y la Clandestinidad.

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